El día mundial del ambiente lo
instauró la Asamblea General de Organización de Naciones Unidas (ONU) el 5 de junio de 1972, para marcar el inicio
de la Conferencia de Estocolmo sobre el Ambiente. Otra resolución adoptada por
la Asamblea General ese mismo día dio origen a la creación del Programa de las
Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Aunque el problema es
mundial, en la Mesa de Guanipa existe igual preocupación por el tema, y pese a
intentos y amagos por implementar programas de rescate y conservación de los
acuíferos y otros puntos donde la contaminación ambiental hace mella, es muy
poco o casi nada lo que se ha podido lograr.
En la zona existen
movimientos ecológicos que pese a no contar con recursos, hacen un trabajo
encomiable, a fin de llevar el mensaje conservacionista a las escuelas y resto
de la comunidad. Ramón Fajardo, miembro del Colectivo La Ceiba de La Plaza
Bolívar junto a otro grupo de personas preocupadas por la naturaleza, realizan
una serie de actividades en las unidades educativas de Guanipa. Explica Fajardo,
que el mejor vehículo para concienciar son los niños.
Señala que en la Unidad
Educativa Los Olivos los alumnos reciben
adiestramiento del uso de abonos inorgánicos, a través de un proyecto
Organopónico y la lombricultura.
Fajardo apunta preocupado por
la poca cultura de cuido del ambiente y expresa como ejemplo, la cacareada
Laguna de Oxidación de El Basquero, y el Río Tigre por sólo nombrar dos.
Actualmente, este medio sacó
a la luz pública el caso de las aguas residuales de El Tigre, situación que no
ha sido tomada con la seriedad que amerita por parte de los organismos, quienes
aún no se pronuncian al respecto.
La quema de basura, otro de los problemas que
pese a ser penalizado, persiste en muchas zonas y quienes la practican no
consideran el grave daño que produce la misma.
Venezuela se ubica entre los
primeros diez países con mayor biodiversidad del planeta y sexto en América.
Al menos, 1.380 especies de
aves surcan los cielos venezolanos y utilizan sus ambientes para refugiarse,
alimentarse o reproducirse.
Ello permite poseer un
honroso 15% del total de especies de aves existentes en el mundo y un 40% de
las aves del neotrópico. Según lo detalla la página Green Cities.
En lo que respecta a nuestra
vasta Mesa de Guanipa, la tala indiscriminada, la pérdida de reservorios de
agua, y hábitat naturales, han dado paso a proyectos que si bien buscan
“beneficiar” a familias o grupos financieros, estos no van cónsonos con el
equilibrio de la madre naturaleza.
Fuente:
Mundo Oriental
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